80 años después del fin de la guerra civil española, Ambrosio ha conseguido abrir viejas heridas y levantar de nuevo dos bandos contrarios entre vecinos. La mesa de memoria histórica tuvo desde el minuto uno, el consenso de todos los partidos para exhumar las fosas y enterrar a nuestros muertos. Los promotores de dicha mesa han gastado dos años levantando falsos testimonios y mentiras sobre personas ilustres de nuestra ciudad, a la que incluso alcaldes comunistas le honraron con una calle, como Cañero, cordobés ilustre y uno de los más grandes rejoneadores españoles. Ayer muchos cordobeses que participamos en este triste Pleno, nos sentimos heridos por los ataques verbales a nuestros antepasados, y también por la brecha que el equipo de la alcaldesa ha conseguido abrir en nuestra ciudad, cuando no había ninguna necesidad de cambiar esas calles y la decisión se ha hecho por motivos subjetivos. Mientras Isabel Ambrosio se ponía la medalla al final del Pleno, yo pensaba en como se lo iba a contar a mis hijas, y sentí vergüenza de haber asistido a esta pantomima.