Como ya ha dejado de llover, saca el coche que vamos a aprovechar que esta noche acaban los patios y nos acercamos a Córdoba a verlos». Loli y Rafael llegaron el domingo día 15 de mayo a eso de las 10 de la mañana a ver los patios de San Agustín. En cada uno se encontraron con una cola de turistas y cordobeses y el mismo runrún , «este año el Ayuntamiento no cuenta las entradas, ni se han permitido las reservas por internet y hemos estado tres días sin controladores». En cada espera les fueron informando del descontrol en la planificación municipal de la Fiesta de los Patios. «Que hasta la alcaldesa había pedido perdón por la mala gestión del tema, imagínate». «Qué revoltijo de cosas pasan en Córdoba, Rafael, menos mal que en el pueblo estamos tranquilos y la Romería no la cambian, que digo yo que hay cosas que no se tocan, como el cuadro de San Rafael del Ayuntamiento»
Después cogieron la calle Feria hacia el Alcázar, «que me ha dicho la vecina que está precioso de flores y así nos sentamos un ratillo en el rebate del estanque, que está apretando el calor». Asomaron por Amador de los Ríos, «Caramba ¿qué también hay cola?, ve sacando el carné a ver si nos ahorramos un pico, que ya que hemos llegado hasta aquí, nos esperamos». Y allí que esperaron cerca de una hora al sol, hasta cerca de las 13:40. «Qué calor más grande, en Córdoba se pasa del saquito al abanico».
–«Cerramos a las dos, señores».
–«Sí, muy bien, venga Loli ya por fin, vamos para adentro». «No me acordaba de lo bonito que era el Alcázar, tantas fuentes y los estanques, los rosales, qué buen paseo y como ha merecido la pena la espera. Y qué de gente, así a lo pronto aquí lo menos hay 500 turistas, qué alegría tan grande, estas criaturas lo que gastarán en los bares. Sí que tienen que estar contentos los cordobeses». Cuando Loli y Rafael agarraditos de la mano se hacían un selfie bajo la sombra de un limonero, la Policía Local entraba al monumento y los desalojaba mientras ellos protestaban con su entrada en mano. «Ay Rafalín, ni que hubiéramos hecho algo malo, echarnos así a la fuerza, esta gente no tiene ni idea de tratar al turista». Verídico