La culpa de la suspensión de la Cabalgata no fue de la lluvia. Es absurdo atribuir a la lluvia la responsabilidad de nada, fue la Alcaldesa la responsable de que la organización de la Cabalgata haya sido un fracaso.
La desastrosa gestión de la tarde del dia de Reyes podía haberse evitado perfectamente con una planificación adecuada.
Haber sacado las carrozas ante el peligro del único aguacero previsto fue una torpeza. En pleno siglo XXI y con un smartphone se sabe si va a llover, en qué intervalos y con qué intensidad. Resguardar las carrozas a cobijo y esperar a que pasara el chaparrón hubiera sido lo correcto. No hubo previsión ni plan alternativo.
Al ciudadano no se le debe confundir escondiéndose tras informes técnicos redactados a demanda. Los técnicos están para asesorar a los políticos, los políticos no están para esconderse tras los técnicos. Involucrar al Secretario del Ayuntamiento en la elaboración del informe sobre la decisión política de esta Señora aparte de inapropiado, me parece ridículo.
Si los niños se mojaron es porque no se tuvo la más mínima previsión de ofrecerles un impermeable de bolsillo.
Me pregunto si nadie de los responsables pensó en descolgar las carrozas dañadas por el agua del cortejo y seguir con las otras.
La foto de la alcaldesa riendo tras la suspensión, ha sentado mal a muchos cordobeses, si no pone cariño, al menos tenga respeto. Como en otros muchos temas de la ciudad, pediría ilusión por hacer las cosas bien, menos excusas y más cabeza.